sábado, 18 de abril de 2009

LA RESISTENCIA (IV)

Se escribe para salvar al mundo,
se miente para decir verdades.

Son las noches de guerrilla,
son las lunas que iluminan.

Es la vida del poeta,
por si alivia una conciencia.

Son ejércitos escribas,
son palabras de soldados.

Son mentiras, son verdades,
son batallas no perdidas.

Andrelo
Buenos Aires, Febrero de 2009

miércoles, 8 de abril de 2009

UNA PIEDRA

Hace un tiempo y allá lejos
el agua en mi cabeza
los colores en los peces.

Hace un tiempo, no tan lejos
el sol iluminando
las arenas sobre el cuerpo.

Poco tiempo y acá cerca
el hombre y sus pisadas
los ruidos maquinales.

Poco tiempo, ya muy cerca
dejar a los amigos
comprimirse en construcciones.

Este tiempo, de tan lejos
es de soles, es de arena
ya sin hombres, ya sin ruido.

Andrelo
Buenos Aires, Marzo de 2009

jueves, 2 de abril de 2009

VERANO

38º a la sombra, un blues de fondo, estrellas que iluminan.
Y mi hamaca.

Creerán que disfruto, pero escribo.
Y sueño.

Los tipos como yo todavía cerramos los ojos.
El mundo es de ellos, los Tadeo.

Si luchan, bebemos un Chivas. Si ganan elecciones, Norton.
Y si viene la Revolución, no menos que un Rutini.

Miro al cielo, alguna nube a lo lejos,Tadeo que me vuelve.
Tadeo Benitez, 26 años, kiosquero.

Fue al zoológico, se paró en el medio, gritó "viva la libertad".
El león fue el primero en romper la jaula, lo siguió el elefante, liberaron al mono.

Fueron por la jirafa.
En media hora no quedaba ni el loro.

Es así, los Tadeo crean caminos, nosotros los caminamos.
O a veces ni siquiera eso, tan sólo escribimos que soñamos que caminamos.

El Blues que se acaba, las estrellas que siguen, la hamaca.

Y ahora 37º .


Andrelo
Buenos Aires, Noviembre 2005

LA RESISTENCIA (III)

Los que creen en la palabra divina.

Los que que creemos que es divina la palabra.

Andrelo
Buenos Aires, Enero de 2005

ABASTO


De niño quise ser jugador de fútbol. Cuando me dí cuenta de mis dos grandes problemas, la pierna izquierda y la derecha, empecé a caer en la cuenta que los sueños no siempre son una cosa sencilla. Empecé a imaginarme escritor, como Fontanarrosa. Me veía escribiendo cuentos de futbol, bares, amistades. Pero la realidad tampoco es una cosa sencilla. Prefiero contarles lo del 20 de Julio de 2007 .

Era de noche, 1 AM para ser precisos. Empecé a caminar, buscaba algún mendigo que me dé una gran historia. No lo encontré.

Terminé en una fonda del Abasto profundo. Pedí una cerveza, y otra, la tercera ... cuarta...

Algo pasó. De repente, la silla se empezó a levantar, siguió, estaba casi en el techo. Miré hacia abajo, vi a la gente, sus tristezas, sus recuerdos. Me aburrí.

Giré la cabeza hacia la calle Jean Jaures. Vi un morocho que se parecía a Gardel. Pero este cantaba mejor, ¿o será el tiempo ? Luego dí la vuelta para el lado de Anchorena. Había un pelado, un cajón de manzanas, una guitarra. Lo raro es que ahí ya era una mañana de sol.

Me desperté en casa. No entendía demasiado. Me levanté. Tropecé con una nota que decía:
Flaco, linda borrachera. Te tuve que traer. Cuidate.

Firmaba un tal
Negro Roberto


Andrelo
Buenos Aires, Noviembre 2006 (remixado entre Febrero 2009 y Febrero 2013)



NOTA CONFUNDIDORA
Con el debido respeto a los creyentes, debo aclarar que me cuesta asimilar la idea de los cielos, los infiernos. Obviando el chiste de Mark Twain, ese del cielo por el clima, y el infierno por los amigos, me resulta bastante extraña la idea de que sólo el que sigue ciertas reglas se merece el paraíso. Pocas cosas tan lindas como las búsquedas espirituales de las personas, y pocas cosas tan raras como la institucionalización de esas búsquedas que suelen proponer las religiones.
Pero en el supuesto caso de que exista algo así cómo un cielo, supongo que lo mejor es imaginarlo como ese gran cuento de Fontanarrosa (El cielo de los argentinos). O sí uno es del barrio que es, soñar a Carlitos cantando algún tango, o a Luca despertando conciencias. Y que cuando a uno le toque, nunca falten los papeles, las biromes. Y poder escribir sobre fútbol, sobre bares, amistades.